Promesa de Alberto Fernández en 2019: “Voy a ayudar a que las exportaciones crezcan”

En el primer debate presidencial realizado en 2019, el entonces candidato del Frente de Todos y actual presidente de la Nación, Alberto Fernández, destacó que durante su gestión iba a “ayudar a que las exportaciones crezcan porque necesitamos dólares”. Al igual que en 2021, esta promesa se encuentra “en proceso, demorada”, es decir, se avanzó poco o nada en las medidas necesarias para cumplir con el compromiso, pero todavía podría lograrse en el resto del período de mandato.

De acuerdo con los datos oficiales, hasta octubre de 2022 (última cifra disponible) las exportaciones aumentaron un 39,3% respecto a igual período de 2019, último año de la gestión de Mauricio Macri (Cambiemos) como presidente. Sin embargo, este incremento se debió exclusivamente a la suba de los precios internacionales, ya que en cantidades se exportó un 2,2% menos que en 2019.

En tanto, el Gobierno nacional puso en marcha algunas políticas para intentar promover la exportación de recursos primarios, como el gas natural y el litio, pero las mismas presentan demoras y -según los especialistas- no tendrán un impacto en el perfil exportador del país en el corto plazo.

La evolución de las exportaciones durante la gestión del Frente de Todos

Según los datos del INDEC, en los primeros 10 meses de 2022 la Argentina realizó exportaciones por US$ 75.032 millones. En igual período de 2019, el país había exportado bienes por US$ 53.849 millones. Esto evidencia un incremento del 39,3% en dólares.

Sin embargo, esta suba no se debió a un incremento en la capacidad exportadora del país, sino que ocurrió por efecto del alza de los precios internacionales: los datos oficiales muestran que en los primeros 10 meses de 2022 el precio de los productos exportados se incrementó un 42,1% con respecto a igual período de 2019, mientras que las cantidades vendidas al exterior cayeron un 2,2%.

Alejandro Giacoia, economista de la consultora Econviews -dirigida por Miguel Kiguel, ex funcionario del Ministerio de Economía durante las presidencias de Carlos Menem y Fernando De la Rúa-, señaló a Chequeado que, “si no hubiese sido por el alza de precios, la situación sería muy distinta”. Y agregó: “Si bien tuvo un efecto negativo por el lado de las importaciones, la guerra y la consecuente suba del precio de las commodities ayudó bastante para sostener el incremento de las exportaciones argentinas”.

Pese a este nivel de incremento de las exportaciones, el superávit comercial (es decir, la diferencia entre las exportaciones y las importaciones) de nuestro país se redujo: en los primeros 10 meses de 2022 se importaron productos por US$ 70.594 millones, con lo que la balanza favorable fue de US$ 4.438 millones. Se trata de un valor que resulta un 68,1% inferior al registrado el año pasado para el mismo período del año pasado (US$ 13.922) y un 60,6% menos que en 2019 (US$ 11.266 millones).

Esto ocurrió por el fuerte incremento de las importaciones, que aumentaron un 65,8% en 2022 frente a 2019, impulsadas por una suba del 29,4% en los precios internacionales, pero también (y a diferencia de las exportaciones) por un aumento de las cantidades (27,5%), principalmente las que corresponden al rubro energético, como el gasoil y el gas natural licuado.

Las medidas impulsadas por la gestión de Alberto Fernández

En los últimos meses, el Gobierno nacional anunció una serie de medidas destinadas -según se anunció- a incrementar las exportaciones de nuestro país. En agosto último, por ejemplo, acordó con la industria automotriz la puesta en marcha de un mecanismo que elimina los derechos de exportación a partir de las ventas que superen los valores exportados en 2020.

El 11 de octubre, el Gobierno también promulgó el Régimen de Fomento para las Exportaciones de la Economía del Conocimiento, que le concede a las empresas del sector la libre disponibilidad (es decir, que podrán utilizar esas divisas sin tener que liquidarlas en el Banco Central) del 20% de las divisas que ingresan al país para proyectos de inversión dirigidos a exportaciones, así como del 30% de las divisas que se produzcan por el incremento de las ventas al exterior para destinar al pago de salarios.

En ambos casos, las medidas son recientes y no se puede ponderar aún su impacto en el comercio exterior. Eduardo Crespo, doctor en Economía por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y docente de la Universidad Nacional de Moreno, aseguró a este medio que “a lo que se apuesta no sería el resultado de determinada política macroeconómica, como promover una devaluación que favorezca e incentive las exportaciones, sino más bien a tratar de promover y acelerar proyectos que dependen de recursos naturales, como el litio o Vaca Muerta”, el yacimiento hidrocarburífero.

“Los anuncios tienen que ver con apuntar todo a estos recursos, que efectivamente tienen un potencial muy grande”, señaló el especialista. No obstante, aclaró que “para 2023 todavía estos proyectos van a estar muy inmaduros. Los planes se retrasan o por contradicciones del propio gobierno, o por el retraso que hay en obras como el Gasoducto Néstor Kirchner, que se viene demorando”.

En efecto, el Gobierno nacional anunció este año inversiones para promover la producción de litio (ver acá y acá) y entabló conversaciones con Chile para la realización de proyectos conjuntos para la explotación de ese mineral. Además, en agosto último se inició la primera etapa de construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, cuya licitación se había promovido en 2019, durante la gestión de Cambiemos, pero luego fue derogada por Fernández.

Como se explica en esta nota, el gasoducto permitirá ampliar en un 25% la capacidad del sistema de transporte de gas natural y ayudará a desarrollar la producción en Vaca Muerta, una de las principales formaciones de petróleo y gas no convencional del mundo.

Por todo esto, la promesa de Fernández, quien dijo que “voy a ayudar a que las exportaciones crezcan”, se encuentra “en proceso, demorada”: las exportaciones durante su gestión como Presidente aumentaron gracias al incremento de los precios internacionales pero cayeron levemente las cantidades vendidas al exterior. En tanto, el Gobierno puso en marcha algunas políticas para intentar promover la exportación de recursos primarios, pero las mismas se encuentran retrasadas y no tendrán impacto en el corto plazo.

EN PROCESO, DEMORADA: se avanzó poco o nada en las medidas necesarias para cumplir con el compromiso, pero todavía podría lograrse en el resto del período de mandato.