Macri: “Quiero trabajar para que la asignación se extienda a todos, incluyendo a los hijos de monotributistas”

En el debate presidencial previo al balotaje de 2015, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, se refirió a la continuidad de los programas sociales que se habían creado durante el kirchnerismo. “Quiero trabajar para que (…) la asignación no sólo continúe, sino que se extienda a todos, incluyendo a los hijos de monotributistas”, prometió el candidato de Cambiemos.

El Gobierno nacional amplió hace más de tres años el beneficio de las asignaciones familiares a los hijos de los monotributistas y con esa medida se incluyó a más de 400 mil beneficiarios, según datos oficiales.

En abril de 2016, a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 593/2016 y a pocos meses de haber asumido la Presidencia, Macri incluyó a los hijos de los trabajadores monotributistas como beneficiarios de las asignaciones familiares, ya sea la prenatal, por hijo, por hijo con discapacidad y la ayuda escolar anual “para la educación inicial, primaria y secundaria”.

Hasta ese momento, cobraban asignaciones familiares los hijos de los trabajadores registrados en relación de dependencia y la Asignación Universal por Hijo (AUH) era un beneficio para los hijos de desocupados, trabajadores informales y monotributistas sociales. Con ese DNU se incluyó a los monotributistas de las categorías más bajas (A, B y C) dentro del cobro de las asignaciones familiares.

De acuerdo con datos oficiales de mayo de 2019 (última cifra disponible), esta prestación de la ANSES llega en la actualidad a un poco más de 404 mil monotributistas. Actualmente el monto del pago es de $ 2.652 (el mismo que la AUH) y para aquellos que cobran la Asignación por Hijo con Discapacidad sube a $ 8.642 (ver acá).

El Centro CIFRA de la CTA, el instituto de estudios y formación en temáticas vinculadas con el desarrollo económico y la evolución del mercado de trabajo dependiente del sector que lidera el sindicalista docente y diputado electo por Unidad Ciudadana Hugo Yasky, publicó un informe en mayo último sobre el poder adquisitivo de los principales programas sociales.

El documento indica que, para que la AUH no pierda poder adquisitivo frente a la alta inflación de los últimos dos años, el Gobierno nacional “anticipó todo el aumento previsto para el año (+45,6%), lo que permitió que en marzo [de 2019] crecieran en términos reales 14,5% respecto del mismo mes del año previo y situar su poder adquisitivo 5% por encima de noviembre de 2015”. Pero, como después de marzo hubo alta inflación y no se actualizó la AUH, en términos reales la asignación perdió valor. Al actualizar el dato a octubre, la caída llegaría al 16% contra fines de 2015, mientras que si se compara todo 2015 con el estimado para 2019, habría una caída de casi 8% en el promedio anual.

Un informe de Unicef publicado este año señala que “la AUH constituye un eje central que garantiza el ejercicio del derecho a la seguridad social” para los niños y adolescentes. Sin embargo, también aclara que anualmente cerca de 300 mil chicos y chicas -de casi 4 millones en 2019– pierden este beneficio “debido a dificultades en la certificación del cumplimiento de las condicionalidades exigidas” para percibirlo (tener el calendario de vacunación completo, asistir a clases). Según la organización, “esto genera una alarma sobre los costos de las condicionalidades y hace necesario remover el carácter punitivo de las condicionalidades”.

CUMPLIDA: el compromiso de campaña se llevó a cabo en el plazo previsto.