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Más de 5 millones de personas viven en barrios populares

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • El Registro Nacional de Barrios Populares registró 5.687 villas y asentamientos.
  • Se estima que 1,2 millón de familias viven en estas urbanizaciones precarias.
  • Las personas incluidas en el Renabap pueden solicitar un Certificado de Vivienda Familiar, que acredita su domicilio y les permite solicitar la conexión de servicios públicos y tramitar el CUIT/L.

Última actualización: 02/06/2022

En todo el país se han identificado 5.687 barrios populares, de acuerdo con la última actualización del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). Estas urbanizaciones precarias ocupan en total 590 km2, el equivalente a casi 3 veces la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y están habitadas por 1,2 millón de familias, equivalentes a 5.280.000 personas, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Los últimos datos disponibles registran la situación a diciembre de 2018. El total de personas que -se estima- vivían en ese momento en barrios populares representaría el 12% de la población total de la Argentina en ese año, según las proyecciones de población del INDEC.

De acuerdo con un análisis realizado por la ONG Techo, en el 66% de los barrios populares la mayoría de los habitantes no accede formalmente a la energía eléctrica, en el 90% no cuentan con el servicio de red de agua corriente, en el 97% no tienen red de cloacas y en el 99% la mayoría de los vecinos no acceden a la red de gas natural.

En la Provincia de Buenos Aires se registraron 1.933 barrios populares, en Santa Fe, 408, y en Chaco, 401. Como contrapartida, La Rioja (24), Santa Cruz (22) y La Pampa (5) son las provincias con menor cantidad de villas y asentamientos.

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Fuente: Techo en base a datos del Renabap.

El registro también deja constancia que más de la mitad de los barrios populares que se encuentran en pie fueron creados a partir del año 2000, y, en particular, el 22,7% se erigieron en la década de 2010. 

“El Renabap es una herramienta fundamental en el reconocimiento de la realidad de los barrios populares. Es el primer paso para seguir ejecutando políticas públicas adecuadas, sostenibles y participativas que permitan impulsar procesos de integración social y urbana en los asentamientos del país”, señaló a Chequeado Florencia Drucker, directora Ejecutiva de Techo Argentina, y agregó: “Entendiendo las transformaciones que generan las dinámicas territoriales de los barrios populares, es necesario que el registro tenga una política permanente de actualización para abordar de manera adecuada la emergencia habitacional y el acceso al suelo”.

La definición de barrio popular y los límites del registro

Para la realización del relevamiento, se entendió como barrio popular a “un conjunto de un mínimo de 8 familias agrupadas o contiguas, en donde más de la mitad de la población no cuenta con título de propiedad del suelo, ni acceso formal a al menos 2 de los servicios básicos: agua corriente, energía eléctrica con medidor domiciliario y/o sistema de eliminación de excretas a través de la red cloacal formal”.

Las villas y los asentamientos son ejemplos de barrios populares, y se diferencian entre sí porque las primeras tienden a tener una trama irregular, es decir que no se distribuyen en manzanas, mientras que los asentamientos mantienen los formatos de manzanas de la ciudad formal y suelen tener menor densidad poblacional que las villas.

El Registro Nacional de Barrios Populares no cubre la totalidad de las viviendas con déficits habitacionales. Por ejemplo, no incluye a los barrios con acceso formal a 2 o más servicios básicos pero sin regularidad dominial; ni tampoco incluye a los barrios que no tienen acceso formal a servicios básicos pero que no cuentan con un certificado de vivienda familiar o de propiedad. 

Los conjuntos de viviendas sociales construidas por el Estado sin regularidad dominial ni acceso formal a los servicios básicos, los conventillos y edificios ocupados, y los hoteles y pensiones familiares, tampoco son contemplados por el Renabap.

Los últimos datos del registro surgen de una ampliación de la superficie monitoreada, ya que a través de una alianza con la ONG Techo se relevaron 495 localidades de entre 2 mil y 10 mil habitantes de todo el país.

Además, se actualizaron datos previos con una metodología diferente a la elegida en iniciativas anteriores, por lo que se recomienda no comparar los nuevos resultados con métricas precedentes.

El certificado de vivienda familiar

Las personas que viven en una villa o en un asentamiento y participaron del Relevamiento Nacional de Barrios Populares (Renabap) pueden solicitar el Certificado de Vivienda Familiar que acredita su domicilio y les permite solicitar la conexión a los servicios básicos, acreditar domicilio ante entidades públicas y privadas y tramitar el CUIT o CUIL.

Por su parte, la Ley 27.453, promulgada en octubre de 2018, declaró de utilidad pública y sujeta a la expropiación los terrenos en donde se emplazan los barrios populares incluidos en el registro, y suspendió por 4 años los desalojos de estas viviendas.

Según informaron a este medio desde el área de prensa de la Secretaría de Integración Socio Urbana, que depende del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, actualmente el ministro Juan Zabaleta está evaluando distintos proyectos de ley para incorporar los nuevos barrios registrados a la norma.

En relación a los proyectos de Integración Socio Urbana, Drucker explicó que se basan principalmente en 3 líneas: el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), Fondos Federales y Fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El primero de ellos, y el más representativo, se nutre de tributos con afectación específica, como el Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) y el Aporte Solidario y Extraordinario.

Destacamos la aplicación, por única vez, del Impuesto a las Grandes Fortunas. Sin embargo, vemos con preocupación la sustentabilidad y sostenibilidad a largo plazo del instrumento”, agregó la representante de Techo.

 

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Actualización 02/06/2022: esta nota fue actualizada con las respuestas de la ONG Techo.

Fecha de publicación original: 01/06/2022

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