Galileo Galilei no dijo ante la Inquisición romana: “Y, sin embargo, se mueve”
- La frase (en su idioma original, eppur si muove) es adjudicada al científico italiano, quien supuestamente la pronunció ante los cardenales de la Inquisición romana cuando defendió que la Tierra giraba alrededor del Sol.
- Sin embargo, los biógrafos y estudiosos de Galileo aseguran que no hay evidencias de que el referente del Renacimiento se haya expresado de esta forma.
- La primera evidencia escrita de la cita corresponde a 1757, más de 100 años después de su muerte, aunque algunos sostienen que lo pudo haber hecho en otro momento y lugar.
Una de las historias más conocidas que se le adjudican al científico italiano Galileo Galilei es la que cuenta cómo se supone que murmuró desafiante eppur si muove (“Y, sin embargo, se mueve”, en italiano) después de abjurar ante los cardenales de la Inquisición romana, cuando defendió su posición de que la Tierra giraba alrededor del Sol y que no era esta el centro del universo.
Sin embargo, no hay evidencias de que Galileo haya hecho esta afirmación en tal contexto.
¿Qué fue lo más importante que hizo Galileo?
Galileo Galilei nació en Pisa, Italia, el 15 de febrero de 1564. En 1609, inventó el objeto que daría inicio a su carrera de inventor: un dispositivo óptico similar a un catalejo que permitía hasta 10 aumentos. Gracias a su invento pudo observar con más detalles la Luna y descubrir los 4 satélites mayores del planeta Júpiter (Ganímedes, Calisto, Io y Europa).
Más tarde, el científico se trasladó a Florencia, donde continuó sus investigaciones sobre los cuerpos celestes e inventó sus primeros telescopios. Sin embargo, muchos astrónomos se encontraron con el problema de que sus ideas contradecían algunas de las interpretaciones más literales de las escrituras cristianas.
En 1632, la Inquisición romana envió a Galileo la orden de comparecer en Roma para dar explicaciones tras la publicación del libro Diálogo sobre los 2 máximos sistemas del mundo, en el que abiertamente validaba la teoría copernicana de que la Tierra no era el centro del universo sino que giraba alrededor del Sol.
Una vez finalizado el proceso, el tribunal lo retuvo durante algunas semanas en Roma “con libertad de deambular bajo estrecha vigilancia”. En 1633 fue sentenciado a abjurar de las teorías copernicanas, a recitar salmos durante 3 años -obligación que Galileo delegó en su hija mayor Virginia, que era monja, para que lo hiciera por él- y a “cárcel formal a discreción del Santo Oficio”, además de ordenar la censura de sus obras.
No hay evidencias sobre la frase
El libro Sobre la Vida de Galileo: El Relato Histórico de Viviani y Otras Biografías Tempranas, de Stefano Gattei, que da cuenta, entre otros documentos, de los escritos de Vincenzo Vivani -el físico que trabajó y fue el primero en escribir sobre la vida de Galileo- no arroja ninguna coincidencia sobre la supuesta frase adjudicada al científico.
En la misma línea, el libro Galileo en Acción: Su Biografía Científica, del historiador canadiense Stillman Drake, reconocido por su trabajo sobre Galileo, expresa en su texto sobre la supuesta cita: “La más conocida de todas las historias sobre Galileo es la que cuenta cómo se supone que murmuró un desafiante ‘pero se mueve’ mientras se levantaba de sus rodillas después de abjurar ante los cardenales de la Inquisición romana. Esa versión popular es absurda”.
Y agrega que “ningún oído comprensivo podría haber estado allí para escucharlo, ni Galileo podría haber escapado a las consecuencias más terribles por un acto tan tonto y desafiante”. “Durante mucho tiempo se creyó que la historia hizo su primera aparición a mediados del siglo XVIII en un libro de anécdotas de un abate francés y en consecuencia fue considerada apócrifa por historiadores serios”, completa Drake.
Esta misma teoría es sustentada por el físico Stephen Hawking en su libro A Hombros de Gigantes, donde explica que, “aunque se ha descubierto un retrato al óleo de Galileo que data de 1640 con la inscripción eppur si muove, la mayoría de los historiadores consideran que la historia es un mito”.
La cita coincide con su creencia
El propio Drake explica que existe una base sólida para creer que Galileo pronunció esta famosa frase, aunque en un momento y lugar diferentes. De hecho, la anécdota apareció impresa por primera vez en inglés, en La Biblioteca Italiana, publicada por un hombre italiano de las letras, Giuseppe Baretti, en Londres, en 1757.
Baretti escribió: “En el momento en que fue puesto en libertad, miró hacia el cielo y hasta el suelo, y, pateando con el pie, en un estado de ánimo contemplativo, dijo: ‘Eppur si muove’. ‘Aún se mueve’, es decir, la Tierra”.
Una explicación similar sostiene el libro Hombres de Física: Galileo Galilei, Su Vida y Sus Obras, del físico estadounidense Raymond Seeger, donde se da cuenta de que “la leyenda de que se levantó murmurando ‘eppur si muove’ suena como una ocurrencia tardía natural que bien pudo haber expresado al recordar más tarde el incidente”. “Realmente expresó su sentimiento de toda la vida. Ciertamente tenía el coraje de sus convicciones, pero fue atenuado por una astuta conveniencia, incluida la posibilidad de mentir e incluso perjurio”, sostiene Seeger.
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